1. Busca pensamientos felices :Piensa en cualquier cosa, menos en lo que te preocupa. No te dejes llevar por el estrés. Si te gusta viajar, piensa cómo sería tu travesía ideal o imagina que estás sentada en una nube tan suave como el algodón.
2. Escapa de la cama, si no te duermes : Dar vueltas no atrae el sueño y el cerebro pensará que la cama es un lugar para estar despierto. Si pasan 20 minutos y no hay señal de que puedas dormirte, ve a otra habitación, busca un libro u algo que te dé tranquilidad.
3. Anota lo que te está volviendo loca : Escribe lo que pasa por tu mente antes de irte a dormir. Vacía tu cabeza de pensamientos inquietos. Te desharás de preocupaciones, como si acabaras de desagoharte con una amiga.
4. Exhala solo por la fosa nasal izquierda : Este ejercicio ayuda a relajar el sistema nervioso. De esta forma te podrás calmar la mente y la imaginación. Tápate la fosa nasal derecha con un dedo y concéntrate en la respiración.
5. Respira profundo : La respiración profunda es muy eficaz. Con las luces apagadas y la habitación tranquila, siéntate derecha. Cierra la boca e inhala a través de la nariz mientras cuentas hasta 4. Aguanta la respiración y cuenta hasta 7. Exhala por la boca y cuenta hasta 8. Repítelo 4 veces.
6. Controla la temperatura : El calor puede perturbar el sueño y mantener activa la imaginación. Quítate una manta. El ideal es que la temperatura esté entre 15 y 23 °C.
7. Apaga la luz : Tener la luz encendida cuando trata de dormir confunde a la mente y hace que trabaje horas extra. Apaga todas las luces cuando vayas a dormir, incluidos los aparatos electrónicos. Si no puedes, trata de usar un tapaojos.