El poder curativo y rejuvenecedor de hielo no es ningún secreto, ya en el siglo XVI, Diane de Poitiers, la amante del rey francés Enrique II utilizó hielo picado para el cuidado de la piel, esto le permitió mantener la juventud y la belleza a pesar de que ella era 20 años mayor que el rey , su piel parecía joven .
La ciencia explica el efecto milagroso de hielo pues mejora el metabolismo de la piel, aumenta el flujo sanguíneo, como resultado la piel se limpia e hidratada.
Aplicado por un corto plazo, el hielo aumenta el tono de la piel, la elasticidad, suaviza las arrugas, contrae los poros, hace más lento el proceso de envejecimiento del tejido conectivo, y le da al rostro un brillo natural.
-Para la piel seca, usa el hielo con infusiones de menta y plátano, esto te ayudará a deshacerte de la descamación y la irritación de la piel. Aplicar hielo en este tipo de piel aumenta el tono de la piel, refuerza las defensas de la piel.
-Mezcla una cucharada de menta y plátano, luego verter en un vaso de agua hirviendo y dejar la infusión en un lugar oscuro durante media hora y luego llévalo al refrigerador.
-Cuando se conguele aplica el hielo, limpia la cara con un algodón empapado en aceite de oliva y deja actuar durante media hora, a continuación, quitar el aceite con un trapo suave del rostro.