Tener las uñas de nuestros sueños es mucho más sencillo de lo que piensas, basta seguir los cuidados adecuados en la secuencia correcta.Hoy te he traído un tratamiento especial, inspirado en el que hacen las manicuras brasileñas, famosas por su minucioso trabajo en uñas naturales.
El primer paso es higienizar bien tus manos y limar las uñas,dale la forma que más te guste, sólo evita gastarlas demasiado en los extremos para evitar que se quiebren.
A continuación, aplícate un producto removedor de cutículas y sumerge tus manos en un recipiente con agua tibia, durante tres minutos. Es momento de emprolijar: con la ayuda de una espátula de punta redonda -procura que no sea afilada- empuja suavemente las cutículas.
Retírate el producto con un cepillito de cerdas suaves, que también dejará las cutículas más blanditas. Las manicuras brasileñas recortan las cutículas con un alicate muy afilado, sin lastimar la piel, pero si no conoces la técnica no te aconsejo que lo hagas, y sólo te limites a retirar los sobrantes de piel.
En la parte lateral de las uñas la piel suele engrosarse: utiliza la parte más suave de la lima para afinarla. Con las uñas así de prolijas, llegó el momento de pintarlas: primero aplica una capa fina de base para emparejar la superficie, y luego dos del barniz que más te guste -aprovecha que ahora se usan de todos colores- para luego finalizar con una capa de brillo protector.
Otro de los secretos de las manicuras brasileñas es retirar muy bien el exceso de producto que puede escurrirse fuera de las uñas. Envuelven un poquito de algodón en un palillo de , y lo embeben en quita esmalte. Así resulta mucho más sencillo limpiar los excesos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario