Entre las montañas que enmarcan el departamento del
Huila y el suroccidente de Caquetá, se encuentra el Parque Nacional
Cueva de los Guácharos, creado desde 1960, y que es el área protegida
más antigua del país.
Son cerca de 90 kilómetros cuadrados de la cordillera Oriental, en los que se resguardan bosques húmedos, páramos y robledales, que son el hábitat del ave que le dio su nombre a este gran sistema: el guácharo.
Este pájaro nocturno, que habita en las cuevas, se alimenta de lauráceas y palmeras, siendo su favorita la palma de seje, que se encuentra a casi 80 kilómetros de distancia de la cueva, en Caquetá. Con frecuencia, recorre esta distancia en busca de su alimento preferido.
El parque también es hogar de especies casi extintas, como el cedro rosado, el comino, el cobre y el roble blanco. Las orquídeas y palmas adornan el lugar y no es difícil ver cauchos, algodoncillos o arrayanes, cuyos verdes compiten con los del aguacatillo.
Las cuevas son el hábitat natural del guácharo, el ave que le da nombre al parque.
Los guácharos recorren con frecuencia casi 80 kilómetros en busca de su alimento preferido, la palma de seje.
Para ingresar al Parque Nacional Cueva de los Guácharos, optamos por la carretera que de Pitalito (Huila) va a Palestina y a la vereda La Mensura. Luego, a pie, por el sector de la quebrada La Cascajosa y de allí, por el margen derecho del río Suaza, hasta su nacimiento.
Un enorme puente natural de arco calcáreo con más de 20 metros de altura enmarca la entrada de las aguas parduscas del río a la cueva de los Guácharos, el núcleo paisajístico del parque y morada oficial del guácharo (Steatornis caripensis).
Son cerca de 90 kilómetros cuadrados de la cordillera Oriental, en los que se resguardan bosques húmedos, páramos y robledales, que son el hábitat del ave que le dio su nombre a este gran sistema: el guácharo.
Este pájaro nocturno, que habita en las cuevas, se alimenta de lauráceas y palmeras, siendo su favorita la palma de seje, que se encuentra a casi 80 kilómetros de distancia de la cueva, en Caquetá. Con frecuencia, recorre esta distancia en busca de su alimento preferido.
El parque también es hogar de especies casi extintas, como el cedro rosado, el comino, el cobre y el roble blanco. Las orquídeas y palmas adornan el lugar y no es difícil ver cauchos, algodoncillos o arrayanes, cuyos verdes compiten con los del aguacatillo.
Las cuevas son el hábitat natural del guácharo, el ave que le da nombre al parque.
Los guácharos recorren con frecuencia casi 80 kilómetros en busca de su alimento preferido, la palma de seje.
Para ingresar al Parque Nacional Cueva de los Guácharos, optamos por la carretera que de Pitalito (Huila) va a Palestina y a la vereda La Mensura. Luego, a pie, por el sector de la quebrada La Cascajosa y de allí, por el margen derecho del río Suaza, hasta su nacimiento.
Un enorme puente natural de arco calcáreo con más de 20 metros de altura enmarca la entrada de las aguas parduscas del río a la cueva de los Guácharos, el núcleo paisajístico del parque y morada oficial del guácharo (Steatornis caripensis).