Varias publicidades de diversas marcas fueron repudiadas por connotaciones racistas, por incentivar la violencia contra las mujeres o mostrar referencias al sexo y a las drogas.
El mundo está cambiando y la industria de la moda no se quedó atrás. Con el correr de los años, las campañas gráficas fueron evolucionando y dejando atrás el uso de la mujer como mero objeto.
Sin embargo, la mayoría de las marcas más conocidas en algún momento causó polémica y generó aberración por distintas imágenes con referencias explícitas a las drogas, por racismo o por mostrar situaciones de violencia contra la mujer.
En publicidades de Gucci, Jimmy Choo, Sisley y American Apparel, o incluso en editoriales de moda de revistas prestigiosas como Vogue Italia y París, con fotógrafos de renombre como Steven Meisel, Mario Testino y Guy Bourdin, aparecieron diversas campañas publicitarias que quedaron en el recuerdo, y no por buenos motivos precisamente.
Bajo la conducción del fotógrafo peruano Mario Testino, con el estilismo de Carine Roitfeld y la dirección artística de Doug Lloyd, se llevó a cabo una polémica gráfica de Gucci para la temporada de primavera-verano 2003 que estaba protagonizada por la modelo Carmen Kass, pero en cuya gráfica no se veía su rostro, sino solo su cuerpo.
¿Cuál fue el problema? Dicha imagen llegó al centro de la polémica por tener una G (inicial de la marca) grabada en el vello púbico de la modelo. El tridente fashionista solamente quería en aquel entonces vender, y coincidieron en que el sexo vende. Es por eso que cuando Tom Ford tomó la dirección creativa de la casa italiana jugaron con la sexualidad en todas sus publicidades. Sin embargo, aquella vez les jugó una mala pasada.
Si se habla de campañas y gráficas polémicas, se debe mencionar a Sisley, que tuvo su época donde jugaba mucho con el doble sentido entre las palabras y las imágenes. Las hermanas Benetton protagonizaron la campaña "fashion junkie" fotografiada por
Terry Richardson en el 2007, donde simulaban estar drogándose con un vestido.
Años atrás Sisley ya había estado en el ojo de la tormenta por una gráfica donde se ve a una modelo agachada ordeñando una vaca y su rostro mojado con leche, simulando una eyaculación masculina.
Carine Roitfeld dirigió Vogue París y nada le importaba con tal de lograr un ejemplar fashionista, estético y vanguardista. Le editora de la versión francesa convocó a la modelo danesa Lara Stone, de piel blanca, y la transformó con body painting en negra. El blackface es considerado una acción racista, y las imágenes del fotógrafo Steven Klein recibieron repudio público.
American Apparel, una marca fast fashion que atrae a público de todas las edades, también causó revuelo. Muchas de las publicidades de la marca eran protagonizadas por mujeres con poca ropa, o incluso desnudas, con consignas sexuales explícitas.
El fotógrafo de moda Steven Meisel se luce en todas las ediciones de Vogue en las que colabora, pero, en septiembre del 2006, fue el encargado de ilustrar la editorial llamada "Estado de Emergencia" para Vogue Italia, que pretendía "recrear" y denunciar el control excesivo que se desató tras el 11-S. En una de las principales fotos, la modelo estaba tirada en la calle y el policía la retenía pisándola con sus pies en la garganta, la porra en su escote y el blindaje entre las piernas. Violencia y sexualización de la mujer en una sola imagen.
Jimmy Choo, el diseñador de calzado, causó polémica en el año 2006 por una publicidad donde aparecía un hombre en el desierto junto a una pala, un pozo y una modelo en el baúl del auto, a punto de ser enterrada.
Por último, una revista de moda búlgara llamada "12" realizó un beauty issue titulado "Víctima de la belleza" donde mostraba el maquillaje, como los smokey eyes y las bases satinadas, en mujeres abusadas y víctimas de violencia, con ojos golpeados y cuellos ensangrentados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario