1. Nunca se pasan con el exfoliante : Eso no significa que renuncie al peeling, lo que sucede es que lo lleva a cabo solo una vez a la semana y siempre con los productos adecuados. Las forofas de la cosmética prefieren los gommage suaves, sin bolitas pero con alfa hidroácidos, que se aplican con la piel húmeda y se frotan sobre el rostro con unos delicados movimientos circulares. Luego se aclaran con agua templada.
2. Jamás duermen con maquillaje : Es la regla esencial de una piel bonita: jamás hay que dejar que la mezcla de base, primer, pigmentos, sebo y suciedad se quede pegada a tu cara mientras duermes. Ese es el momento en el que tu piel lleva a cabo su regeneración y su reparación y, si los poros no pueden oxigenarse, se obstruyen y se convierten en terreno abonado para espinillas, rojeces... Para ir rápido, pásate a las aguas micelares. Y si te has esforzado con la mirada o los labios, utiliza un desmaquillante específico con aceites para acabar con los productos waterproof.
3. No se aplican el maquillaje con unos pinceles sucios : Hacerlo es la vía más rápida para acabar con la cara llena de granitos. Los gérmenes y bacterias que habitan en tu piel se adhieren al pelo de la brocha cuando la utilizas y se quedan ahí reproduciéndose. ¿Otra cosa importante que una beauty adicta jamás haría? Dejar los pinceles expuestos en el baño: es la habitación de tu casa con mayor concentración de suciedad ambiental y la humedad que se genera es el mejor caldo de cultivo para que esta se multiplique. Mejor guárdalos en estuches ya secos.
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