En una entrevista concedida a la revista Don Juan hace varios años, el exjefe de sicarios de Pablo Escobar John Jairo Velásquez Vásquez , alias Popeye, afirmó que por su cabeza había una recompensa de un millón de dólares,no hay certeza de que eso sea así,pero ahora cobra nuevo sentido: antes de salir de la cárcel tras pagar su larga condena, él mismo le solicitó a la Policía que lo protegiera en su traslado a Bogotá.
Popeye, según aseguran funcionarios del Inpec, se quedará por ahora en Bogotá,haciendo parte de un grupo de reintegración y socialización donde pueda cumplir el tiempo de su libertad condicional, que es de 4 años.
Seguramente estará protegido todo el tiempo, pues se trata de uno de los sicarios más temidos del país y sus enemigos no serán pocos. Pero además porque en la última década se convirtió en el testigo de decenas de los más importantes y sonados procesos judiciales del país. Uno de ellos, el esclarecimiento del asesinato del líder politico Luis Carlos Galán.
En esa misma entrevista Popeye, quien habla tan rápido como las ráfagas que disparó a lo largo de su vida criminal, aseguró que había una larga lista de políticos y empresarios que lo protegían en la sombra. También aseguró que su mayor secreto era una caleta con armas de Pablo Escobar que han buscado mucho y no han encontrado.
Velásquez Vásquez es una persona que, como él bien dice, “tiene el alma muerta” y no siente miedo. No en vano ha sobrevivido en las más duras cárceles del país: pasó los últimos 22 años en Bellavista, Itagüí y la Catedral, en Antioquia; La Modelo y La Picota, en Bogotá; la de Máxima Seguridad, en Valledupar; en San Diego, California, y en Cómbita, donde pagó penas por terrorismo, narcotráfico, concierto para delinquir con fines terroristas y homicidio.
Ahora, con su salida de la cárcel, todos los ojos están pendientes de la suerte de este hombre, uno de los más grandes asesinos de la historia, pues tiene en su haber, según sus propias confesiones, los homicidios de más de 250 personas, y dio órdenes para matar cerca de 3.000.
A pocas horas de su salida de la cárcel de Cómbita (Boyacá), porque ya llegó la boleta de libertad en su favor, las autoridades penitenciarias verifican que todo sobre él esté en regla. La Fiscalía confirmó que en ninguno de sus despachos tiene requerimiento alguno. Tampoco en la Policía judicial. Buscan en los innumerables juzgados del país por si le queda alguna deuda pendiente.
Mientras tanto, el Inpec trata de establecer si la hoja de vida carcelaria del exsicario está en regla. Se trata de 10 tomos con todos los movimientos internos de ‘Popeye’ a lo largo de 22 años de cárcel. Allí están contenidas todas las remisiones, la redención de pena por estudio o trabajo y todas las anotaciones de los jueces sobre su pasado en la cárcel.
Los funcionarios del Inpec aseguran que por ahora no han encontrado nada más en contra del antiguo sicario de Pablo Escobar y seguramente hacia las 5 de la tarde de este martes recobrará la libertad este hombre que formó parte de uno de los grupos de crimen organizado más temidos de Colombia. En otras entrevistas ha dicho que quiere, como cualquier ser humano, ir con su hijo, que se encuentra en el exterior, a comerse un helado o a hacer cosas tan simples como una fila de banco para pagar un recibo.
Pero también ha dicho que no sabe qué hará cuando alguien logre sacarlo de casillas en su actuar del día a día. Por ahora sigue la expectativa por su libertad.
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