“Buenos días barrio Bella Flor, son las 9 a.m. de este sábado y empezamos con la mejor información”, dice la voz del locutor que se escapa por los ocho altavoces que hay en este sector periférico de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá.
La transmisión tiene origen en el interior de una chiva que se salvó de ser chatarrizada. Ahora, en lugar de cargas de comida, transporta consolas, amplificadores y micrófonos y por pasajeros lleva a jóvenes aprendices de la radio.
Por eso es que esta emisora comunitaria fue bautizada Sobre Ruedas, aunque esa referencia va mucho más allá de las cuatro llantas pinchadas del vehículo.
Su historia inició en el 2000 cuando un grupo de 10 jóvenes residentes de la zona se encapricharon con la idea de tener una emisora propia. La propuesta llegó a la Fundación Laudes Infantis que, en cabeza de Jackeline Moreno, trabaja en ese lugar desde hace 14 años.
Jackeline gestionó un megáfono para que los muchachos hicieran perifoneo. “Nos íbamos por las calles, dando anuncios y haciendo convocatorias de la fundación. Era una emisora rodante”, cuenta Humberto Rodríguez, director de la emisora y líder comunitario.
Pasaron casi 10 años y el grupo se reunió de nuevo para buscar, con apoyo de la fundación, la forma de hacer crecer su sueño. Así, con aportes de distintas ONG, rifas y colectas, consiguieron los equipos. “Para ser consecuentes con la idea original, reciclamos un viejo bus”, agrega Jackeline.
Los habitantes del sector recuerdan bien el destartalado vehículo: “Estaba todo oxidado y la pintura desgastada. La gente del barrio ayudó a pintarlo y a arreglarlo”, comenta Yulieth Herrera.
El siguiente paso fue capacitar a los jóvenes en técnicas de locución, creación de libretos y programación. “Aprendimos que uno no puede expresarse por radio igual que en la calle. Hay que ser respetuoso”, añade Humberto.
Escuchando las ideas de la gente, diseñaron programas como Era Fósil en la que los abuelos cuentan historias o Mujer Joven y Amoríos en los que se habla desde métodos de planificación hasta consejos para superar una ‘tusa’.
Para ganarse a aquellos vecinos que decían que la emisora solo traía ruido, empezaron a enviarles saludos. “Dicen cosas importantes para el barrio, hasta cuñas le han hecho a mi negocio”, agrega Julio Sánchez, dueño de una papelería.
Incluso, los habitantes cuentan que por sus micrófonos han pasado personajes como la infanta Elena de Borbón, que estuvo de visita en el 2009, y la esposa del expresidente Álvaro Uribe. Hoy en día, la emisora suena los lunes, miércoles y viernes desde las 9 a.m. hasta el mediodía a través de parlantes ubicados en puntos estratégicos como el comedor y el parque. Los sábados, en cambio, son para capacitar a nuevos grupos de muchachos, los ‘herederos de la chiva’.
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