HOMO NALEDI UN PARIENTE LEJANO DEL HOMBRE ACTUAL

Los fósiles atribuidos a una nueva especie humana descubiertos en una cueva de Sudáfrica combinan rasgos arcaicos reminiscentes de los australopitecos con otros más modernos característicos del género humano.

Sus descubridores sostienen que puede ser una de las especies humanas más antiguas, de hace unos 2.000.000 de años, pero también que enterró a sus difuntos deliberadamente en la cueva, un tipo de comportamiento que apareció mucho más tarde en la historia de la humanidad.

Los cráneos son pequeños, con un cerebro de medio litro, como correspondería a los humanos más primitivos. Sin embargo, han aparecido en sedimentos de barro aparentemente recientes cuya antigüedad no se ha calculado.

El descubrimiento del Homo naledi deja importantes incógnitas abiertas,no se sabe ni cuándo vivió ni dónde encaja exactamente en la historia de la evolución humana,pero es un conjunto de fósiles muy interesante que ayudará a conocer mejor la evolución de nuestro linaje.Se trata,de 1.510 piezas correspondientes a por lo menos 15 individuos, es la mayor acumulación de restos de una especia humana prehistórica en África.

Los fósiles han aparecido desde octubre del 2013 en una pequeña cámara de la cueva de la Estrella Naciente, unos 50 kilómetros al noroeste de Johannesburgo en Sudáfrica. La cavidad se encuentra a casi 100 metros de la entrada de la cueva y a unos 30 metros de profundidad. 

El estudio de los fósiles presenta al Homo naledi como una criatura de 1,50 metros de altura y unos 50 kilos de peso,algunos de sus rasgos son inequívocamente humanos,los huesos de la mano indican que ya tenía la capacidad de utilizar herramientas,los del pie, con el dedo gordo alineado con los otros cuatro para caminar bien, en lugar de estar separado para agarrarse a las ramas, indican que ya era perfectamente bípedo,tenía los dientes incisivos pequeños como cualquier otra especie humana,y un cráneo redondo para alojar un cerebro esférico como el nuestro.

Otros rasgos, por el contrario, son más primitivos. La forma curvada de los dedos de las manos está adaptada a moverse por las ramas,la estructura del hombro y del tórax confirma que debía de pasar parte del tiempo sobre los árboles,por lo tanto, debe de ser una de las especies más antiguas del género humano,refuerzan esta hipótesis el gran tamaño de los molares, más propio de los australopitecos que de los humanos, y el pequeño tamaño del cerebro. 

Sus 513 cm3 superan a cualquier cerebro de australopiteco ,pero quedan por debajo de cualquier otra especie humana .Los fósiles han sido estudiados por un equipo de investigadores de 43 instituciones de 12 países entre ellos, España, dirigidos por Lee Berger, dela Universidad Witwatersrand de Johannesburgo,los resultados de la investigación se han presentado en la publicación electrónica de acceso abierto eLife.

El principal enigma es cómo llegaron los fósiles de por lo menos quince individuos a una cavidad oscura y de difícil acceso en el fondo de una cueva. No hay en la cavidad restos de ningún otro gran animal. Los huesos no tienen signos de haber sido alterados por depredadores ni carroñeros. Al contrario, los cuerpos parecen haber estado intactos cuando llegaron a la cavidad y haberse descompuesto después.

“El problema es que no sabemos qué edad tienen los fósiles y, sin este dato, sólo podemos especular. Me resulta incomprensible que no hayan intentado calcular la antigüedad de las piezas, porque hay técnicas para hacerlo y es un dato imprescindible”, declara Salvador Moyà, del Institut Català de Paleontologia.

En la misma línea se ha expresado Chris Stringer, paleoantropólogo del Museo de Historia Natural de Londres , que no ha participado en la investigación. “Estoy perplejo por la aparente falta de intentos por conocer su edad”, escribe Stringer en un artículo publicado en eLife.

Tanto Stringer como Moyà coinciden en que los huesos encontrados en la cueva de la Estrella Nacienteles recuerdan a la especie Homo erectus. “A mis ojos, el material parece muy similar a los Homo erectus de pequeño tamaño de Dmanisi Georgia, que han sido fechados en 1,8 millones de años”, escribe Stringer.

Moyà añade que “tal vez es prematuro definir una nueva especie con los datos presentados hasta ahora; a mí los fósiles me recuerdan al niño de Nariokotome”, un Homo erectus de hace 1,6 millones de años que se descubrió en 1984 en Kenia.

Tampoco Tim White, prestigioso paleoantropólogo de la Universidad de California en Berkeley, está convencido de que los fósiles de Sudáfrica correspondan a una nueva especie, informa Associated Press . “Por lo que se presenta aquí, los fósiles pertenecen a un Homo erectus primitivo, una especie descrita en el siglo XIX”, afirma White.

Incluso si es un Homo erectus, no resuelve el enigma de cómo se acumularon los cadáveres en el fondo de la cueva. “Esto es como un misterio de Sherlock Holmes”, ha declarado Bernard Wood, paleoantropólogo dela Universidad George Washington, a AP. Los visitantes de la cueva tuvieron que tener luz artificial, por ejemplo con antorchas, apunta Wood. Pero no hay ninguna prueba de que los Homo erectus primitivos dominaran el fuego.

El debate sigue sobre la mesa.

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