Esta temporada, la moda habla de siluetas inspirada en los años 50, vuelve la onda hippie y los estampados felinos no se quieren ir.
Dentro de tanta libertad de tendencias, el minimalismo, corriente artística que utiliza elementos mínimos y básicos con colores neutros, formas geométricas y tejidos naturales, se hace un hueco y adquiere gran protagonismo,
Con la ausencia de estampados, el objetivo del minimalismo es reducir al minimo el ornamento en las prendas y dotarlas de una confección soberbia, en la que los cortes rectos, los escotes discretos, el largo por encima de la rodilla, los pliegues, los drapeados, las siluetas asimétricas y las cinturas ligeramente marcadas adquieren protagonismo.
El americano Calvin Klein también se apuntó a la tendencia de menos es más y la subrayó con impecables trajes de chaqueta de corte masculino, vestidos rectos, varoniles chaquetas americanas y pantalones estrechos, prendas que hoy son iconos de la firma.
El minimalismo actual, que abandera la estética de la poderosa ejecutiva, una interpretación sofisticada, moderna y muy personal de las líneas y siluetas más ligeras y fluidas. Esta tendencia, donde prima la sencillez y simplicidad, está liderada por Stella McCartney, Céline, Dries Van Noten, Cerruti, Roland Mouret, Max Mara, Margiela, Jil Sander, Cacharel o Giambatista Valli.
La mayoría de los diseñadores que han sucumbido a la beldad del minimalismo coinciden en tintar sus prendas con tonos neutros, como el beis, el gris, el camel, el marfil, el arena, el negro, el manteca o el azul marino para evitar romper la sobriedad y limpieza de la estética.
Con el minimalismo, la ornamentación barroca y de los complementos "vintage" desaparece. La silueta minimal solo admite zapatos de tacón, botines, bolsos de mano y austeros brazaletes. Ya se sabe que la nueva máxima es: menos es más.
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