LA MENTE EN BLANCO

Este ejercicio es útil para todas las personas que están todo el día funcionando con millones de ocupaciones.Además, a un nivel un poco más elevado, este ejercicio es totalmente válido como preparatorio para una buena meditación,el momento ideal para realizarlo es antes de dormir.

Recrea el ambiente en el que vas a realizarlo: que sea un lugar tranquilo de la casa, enciende alguna vela o incienso y pon una música suave y agradable.

Tres pueden ser las posiciones en la que puedes realizar este ejercicio:

1) Tumbado en la cama, con la espalda recta, cuello y hombros relajados y palmas de las manos hacia abajo.

2) Sentado en una silla, con el cuerpo relajado, los pies cruzados en la zona de los tobillos y las manos apoyadas encima de las piernas de la siguiente manera: las palmas hacia arriba, mano derecha debajo de la mano izquierda. Los dedos gordos pueden tocarse o no.

3) Sentado en una superficie recta, con las piernas cruzadas en la típica posición de yoga o loto o si no eres tan flexible, simplemente con ellas cruzadas. Las manos deben estar en el centro de la siguiente manera: las palmas hacia arriba, mano derecha debajo de la mano izquierda.

Respira profundamente tres veces para relajarte, en la tercera respiración controla la salida del aire, expulsándolo de a poco. Cuando ya estés relajado visualiza que te encuentras en un cine al aire libre, detállalo todo muy bien en tu mente: observa cuánto medirá la pantalla, si es coche o facilitan sillas, qué colores hay .

Después de fijarlo en tu mente vuelve a respirar profundamente otras tres veces y siente como un aire puro entra en tu cuerpo refrescándote y limpiándote de manera que una luz blanca te va llenando a medida que inspiras.Observa como a medida que espiras muy lentamente, se van disipando tus tensiones, tus dudas y tus miedos,cuando ya te sientas como nueva observa cómo en la pantalla se van reflejando uno a uno todos tus pensamientos, los acontecimientos del día, las disputas, los buenos momentos, lo que te preocupa, lo que tienes miedo. Y mientras se van reflejando siente que se pierden, que se van disipando, que cada vez se van haciendo más y más borrosos hasta desaparecer.

Se trata de que tú simplemente seas un observador, un individuo que va a ver esa película sin desesperarse por lo que vea y sin que le afecten las escenas que se reflejan. Cuando hayas conseguido hacer desaparecer cada uno de esos pensamientos o escenas de tu película estarás preparado para irte a dormir o para meditar

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